La pandemia ha afectado las actividades económicas de la zona, al no atraer más negocios aun con descuentos y promociones por parte de las inmobiliarias.

A pesar de que en el Centro Histórico las rentas para los comercios bajaron en promedio hasta 30% desde noviembre del año pasado, no se refleja en la demanda de locales durante el primer trimestre de este 2021 y sigue una desocupación de 30%, reconoció la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI). 

La presidenta de la sección Puebla de la organización, Maricela Rodríguez Pereyra, sostuvo que las bajas ventas en la zona no generan confianza a los empresarios para instalarse, al contrario, ven un alto riesgo de pérdidas para quienes lleguen, esto a diferencia de los que tienen tiempo funcionando y están consolidados, aunque igual con ingresos a 30%.

Mencionó que la pandemia de Covid-19 “está cobrando factura al corazón de la ciudad” en las actividades económicas al no atraer más negocios, los cuales no optan por asentarse en el centro aun con los descuentos en rentas que ofrecen las inmobiliarias.

“Las actividades de negocios no esenciales, que son la mayoría, están limitadas a 30% por disposición estatal y eso tampoco cambiará mientras siga el pico de contagios en la Angelópolis, que concentra la mayor cantidad de casos de Covid-19, lo cual al Centro Histórico desfavorece en su atractivo comercial.”

Indicó que el empresario piensa dos veces antes de abrir una sucursal o trasladarse al centro para operar, pese que en algunos locales ofrecen promociones de pagar dos meses después la primera renta o descuentos. Las mensualidades oscilan entre 10,000 y 30,000 pesos dependiendo la ubicación del local. 

A ese desinterés, puntualizó, se suma que deben invertirle hasta 15,000 pesos para reacondicionarlos, dinero que en este momento de crisis económica por el Covid-19 “resulta demasiado” y por ende buscan lugares más baratos en otras zonas de la ciudad. 

Rodríguez Pereyra confió en que la desocupación no se agudice para el segundo trimestre, por el pronóstico de una tercera ola del virus con motivo de las vacaciones de Semana Santa, ya que el primer cuadro de la Angelópolis resintió los efectos del primer confinamiento largo de casi cinco meses, de abril a agosto del 2020, lo que trajo quiebras de decenas de negocios. 

Expuso que no hay empresarios que dejen de estar en riesgo de “bajar cortina” en forma definitiva en lo que resta del año si las ventas no mejoran, y eso puede reflejarse rápido en las actividades de las inmobiliarias.