El acceso a atención médica para tratar los síntomas más agresivos del coronavirus es cada vez más difícil en el sector público médico, mientras que en el privado es casi imposible por lo costoso que es acceder a un hospital privado.

De acuerdo con varios testimonios, muchas familias han tenido que vender sus autos, embargar sus hogares o pedir préstamos para poder pagar la atención médica privada en el país, y es que la sola aplicación de la prueba tiene un costo arriba de los $3,000 en instituciones privadas (en instituciones de gobierno es completamente gratuita, pero por la saturación de pacientes, a veces las pruebas se agotan o es imposible acceder a ellas por días).

Los costos de atención privada varian dependiendo del hospital que la imparta, y de acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en “hospitales medios” el costo puede ir desde los 25 mil hasta los 40 mil por día, con la dirección del hospital a veces pidiendo un pago inicial de 100 mil como garantía por la atención que recibirá el paciente.

En hospitales de nivel Alto y aquellos que se encuentran en zonas turísticas transitadas (como Cancún), la atención médica privada puede llegar hasta los 900 mil pesos, costo que aumenta si el paciente se encuentra en estado de gravedad y requiere intubación.

Los costos inaccesibles

  • Pruebas COVID-19: Desde mil 250 pesos a 3 mil 950 pesos
  • Tratamiento en cama normal: 435 mil pesos
  • Tratamiento teniendo seguro de vida: 222 mil pesos
  • En unidades de cuidados intensivos: 920 mil pesos
  • Paciente con intubación: 947 mil pesos
  • Pacientes ambulatorios: 14 mil 449 pesos

Con información de El Financiero