El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) informó que durante el sexenio de Enrique Peña Nieto la deuda creció hasta 46 por ciento, además de que su administración se excedió al subestimar sus ingresos y ejercer un gasto mucho mayor a lo que podía permitirse.

Las conclusiones del IMCO derivan del estudio que llevó a cabo de la Cuenta Pública del Gobierno Federal de 2013 a 2018. Los datos son contundentes: la deuda era de 37 mil 837 pesos por persona durante el inicio del sexenio, pero escaló hasta los 66 mil pesos para cuando entregó la banda presidencial.

El reporte del IMCO señala que el gobierno de Peña Nieto ejerció un billón 823 mil millones de pesos adicionales a lo que se tenía planeado, lo que supuso nueve por ciento más de los recursos previstos.

 

El organismo precisó que el mandatario se había fijado gastar 20.7 billones de pesos, pero la realidad es que utilizó 22.5 billones. Asimismo, detalló que durante su administración el Producto Interno Bruto (PIB) creció 15.3 puntos porcentuales.

Los especialistas del IMCO afirmaron que el sexenio de Peña Nieto estuvo marcado por una clara subestimación de los ingresos durante los seis años. Indicó que registró ingresos excedentes por dos billones 338 mil millones de pesos con una variación de 11 por ciento entre lo contemplado y lo que se juntó por recaudación.

El IMCO dimensionó esta cifra al referir que equivale al saldo de la deuda conjunta de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

De esta manera, se confirma que tuvo una estimación deficiente de los ingresos, sin dejar de lado el uso discrecional del recurso público.